25 de marzo de 2016

Una mirada sobre el acto por la Memoria, la Verdad y la Justicia.

Una vez  más el pueblo mostró cual es al camino. El espíritu del Nunca Más por encima de cualquier tipo de demagogia y de cualquier consigna sectaria.
 
Foto de Movimiento Popular Patria Grande
Argentina - La presencia de cientos de miles de personas colmó el que fue el principal acto recordatorio del golpe cívico militar, judicial y religioso del que ayer se cumplieron 40 años. En la masiva respuesta reside el hecho central de esta conmemoración.

Esa enorme masa anónima superó las especulaciones, miserias, orgullos y diferencias estériles de los dirigentes políticos que en ansias del crecimiento de sus propias fuerzas caen en el error de creerse dueños de la resistencia popular, de quienes tienen una lectura sesgada de la realidad o de quienes no pueden o no quieren aprender de la historia. La gente que fue por su cuenta a la recordación del genocidio echó por tierra cualquier visión pequeña, estrecha y unió -en los hechos- las dos convocatorias produciendo un solo acto. 


Si entraron a la Plaza de Mayo unos después de otros, si hubo dos documentos, si hubo dos consignas presidiendo las columnas, queda como un hecho absolutamente insignificante, resaltado únicamente por quienes hacen del sectarismo su razón política sectorial o comercial, como es el caso de Página/12 que vio solo una plaza llena de militancia kirchnerista. La realidad es que una marea humana que iba y venia a lo largo de la Av. de Mayo y sus calles laterales convirtió a este 24 de Marzo en un reclamo masivo y único de Memoria, Verdad y Justicia, al margen de su pensamiento político, social, gremial o religioso.

Con su comportamiento, una buena parte de la gente -en la calle-, terminó mostrándoles a quienes con sus actitudes solo ahondan la división social y política, que para transitar un camino independiente, soberano y anticapitalista hay que construir en unión y sin falsas hegemonías

Foto de Telesur
El otro hecho destacable es que le presencia de cientos de miles reclamando Nunca Más a lo largo y ancho del país impidió el trasnochado objetivo del Gobierno de apropiarse de la fecha, de ponerle su impronta y evitó que el asesino de Obama pudiera convertirse en la figura central, más haya del esfuerzo de los medios periodísticos hegemónicos. Y aunque intentaron burlarse del dolor de un país, apenas si pudieron disfrazar su intento en un escondido acto en el Parque de la Memoria.

Le pelea por una sociedad que pueda funcionar por fuera de los márgenes del capitalismo es grande, compleja y urgente, y requiere no solo de la inteligencia y audacia de los dirigentes políticos sino de la grandeza para aprender de la historia que no existen dueños de la resistencia popular, existen vanguardias. Solo un pueblo organizado detrás de una firme –no declamada- actitud y programa antiimperialista y latinoamericanista salvará al país de volver a toparse con las peores versiones del capitalismo.

La dirigencia política y gremial debe hacer el enorme esfuerzo de leer la Plaza del pasado 24, de leerla en su complejidad, en su pluralidad en su riqueza, debe abandonar el contador de columnas, para ver quien la tuvo “ms larga”, debe estar a la altura de las circunstancias históricas. Eso es ser revolucionario hoy, abrir caminos que den respuestas a los problemas sociales por fuera de la lógica del capitalismo.

Magnánima tarea, no imposible.

Colectivo Somos los que Estamos

No hay comentarios:

Publicar un comentario