La oposición venezolana no puede con Nicolás Maduro. Sus sectores más
radicales llaman -una y otra vez- a “la calle”, pero el antichavismo y/o
antimadurismo no responde el llamado. La última gran movilización de la
oposición fue en setiembre del año pasado. Mientras la nueva y difusa consigna
de “Elecciones Ya” no prende, el gobierno debe pelear con enemigos más allá de
las fronteras.
Por question -
01/03/2017
Marcos Salgado |
Hace un año atrás la Asamblea Nacional
era un hervidero. Con las nuevas autoridades recién asumidas tras la primera
gran derrota del chavismo en las parlamentarias de diciembre de 2015, cada
sesión era un dolor de cabeza para el gobierno. Los periodistas se apelotonaban
en el segundo balcón, decenas de camarógrafos y fotógrafos -muchos de medios
ignotos, nacidos al calor del nuevo momento político- pugnaban por tener una
toma de los nuevos personajes que prometían llevarse por delante a Nicolás
Maduro.
El nuevo presidente de la Asamblea, Henry Ramos
Allup, el sempiterno dirigente de Acción Democrática, hacía gala de su verbo
tan preciso como inflamado, mientras del otro lado el Bloque de la Patria, con el ascendente
Héctor Rodríguez a la cabeza, se limitaba a dejar constancia de que resistirían
(más en la calle que en los curules) los proclamados intentos de desandar el
andamiaje de las leyes orgánicas de la Revolución Bolivariana.