Extractos de la Segunda Declaración
de La Habana
A este
pueblo, que con su presencia demuestra su dignidad y su postura, es al que
quieren someter los imperialistas, es al pueblo que quieren dividir y disgregar
los imperialistas, es al pueblo que quieren aplastar los imperialistas para que
ya nunca más rigiera la voluntad soberana del pueblo, para que ya nunca más se
volvieran a congregar las multitudes como aquí se congregan, y para que el
destino y la riqueza de la patria fuera dilapidada, y el curso de su historia
desviado por la voluntad de las camarillas que se reúnen en la sombra, a
espaldas de los pueblos; para que ya nunca más se vieran multitudes gigantescas
por las calles de la patria y en las plazas de la patria, levantando con
orgullo sus banderas y proclamando al mundo sus hermosas consignas.
(...)
Y nos
seguiremos fortaleciendo no solo en el campo de la economía y de la cultura,
resistiendo, sino que seguiremos resistiendo allí donde les duele más todavía a
los imperialistas; seguiremos fortaleciendo nuestras fuerzas de combate,
nuestras unidades armadas revolucionarias; seguiremos aumentando la capacidad
defensiva de la patria, seguiremos endureciéndonos cada día más, y cada día más
dispuestos a que si los imperialistas, sordos y ciegos, se lanzan otra vez,
¡reciban una paliza todavía más grande de la que recibieron en Playa Girón!, vengan sus
mercenarios, o vengan sus títeres, o vengan ellos. Porque, ¿alguien le tiene miedo aquí al
imperialismo? ¿Quién se
asusta del imperialismo? Y cuando
pensamos en las amenazas y en las maniobras de los imperialistas, ¿qué hacemos? ¡Nos reímos de
los imperialistas! Nos reímos
de su desesperación porque, sencillamente, lo sentimos mucho, pero no les
tenemos miedo; lo sentimos mucho, pero no nos asustan esos matones del
imperialismo, no nos asustan esos criminales del imperialismo, porque nosotros
sabemos —y si no lo saben ellos, entérense— que si invaden a nuestro país, mientras
quede aquí un fusil, mientras quede aquí un hombre o mujer, ¡vamos a estar
peleando contra ellos!
(...)
Porque esta gran humanidad ha
dicho “¡Basta!” y ha echado a andar. Y
su marcha de gigantes ya no se detendrá hasta conquistar la verdadera independencia,
por la que ya han muerto más de una vez inútilmente. Ahora, en todo caso, los
que mueran, morirán como los de Cuba, los de Playa Girón, morirán por su única,
verdadera, irrenunciable independencia!
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
Del discurso
pronunciado por el comandante Fidel Castro Ruz,
en la segunda Asamblea
Nacional del pueblo de cuba,
celebrada en la Plaza de la Revolución , el 4 de
febrero de 1962.