Argentina- En los últimos años, el peronismo resolvió siempre, de una u
otra forma, sus diferencias electorales internas refugiándose en la sociedad en
su conjunto, obligándola a ser participe. Hasta que durante la gestión de los
Kirchner estos le dieron una vuelta de tuerca a su estilo e inventaron las
elecciones primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO), a través de
las que obligó a todos los partidos políticos a elegir a sus candidatos
utilizando este sistema, aunque los mismos tuvieran solo una lista.
Las PASO anuló todos los sistemas de elecciones internas de
los partidos políticos, pero además fijó un piso de votos para ir a las
elecciones que deja afuera del debate de ideas y propuestas a las fuerzas
políticas minoritarias. De esta manera las PASO aleja la forma participativa que
cualquier democracia moderna sustenta. Así el objetivo principal de los
partidos en formación terminó siendo llegar al 1,5%, de los votos emitidos en
cada instancia, sin poderse concentrarse en difundir su propuesta política, lo
que debería ser el objetivo central de cualquier campaña electoral, ya que las
elecciones son el punto más alto de la política burguesa.