13 de noviembre de 2015

La izquierda y las elecciones presidenciales

"Recuerden que el eslabón más alto que puede alcanzar
 la especie humana es ser revolucionario"
 Ernesto “Che” Guevara



-Argentina - A pocos días de las elecciones presidenciales la izquierda revolucionaria vuelve a tropezar con el viejo obstáculo: tener que optar por lo menos malo, siempre dentro de opciones de derecha.

Ahora se trata de “Scioli o Macri”, porque no fuimos, una vez más, capaces de plantar una alternativa diferente. El kirchnerismo se fagocitó al progresismo y una parte importante de la izquierda sin que por supuesto esta incidiera para que de allí naciera una alternativa de cambio. Obviamente, tampoco pudieron incidir para evitar que el peronismo-kirchnerista llegara al 25 de octubre con su peor opción: Daniel Scioli. No pudieron ni podrán porque para ser revolucionarios hay que crear una alternativa propia y dejar de creer en los cantos de sirena.

Hace unos meses parecía, por los ataques de kirchneristas –propios, advenedizos o asimilados-, que nunca soportarían que Scioli fuera el candidato de Cristina. Ahora refugiados en que si no es Daniel es Mauricio llaman a votarlo muy pocos por convicción y los otros con ilusión, desesperación, miedo o vergüenza.


¿Y la izquierda revolucionaria que tiene que ver con esta puja de derechas? ¿Por qué tiene que optar dentro de la coyuntura? Todo, después de dejar pasar nuevamente el tren de la historia, que nos esperó –una vez más- durante una década de reformas para que nos decidiéramos a subirnos a él y lentamente fuéramos creando una alternativa propia.

De haber sido así hoy no optaríamos por lo menos malo, que es una posición antirrevolucionaria.-Podríamos estar ante una opción que nos permitiera acumular.

Ahora, los nuevos grupos, o los no tan nuevos, rasguñan argumentos para llamar a impedir que la derecha de Macri gane las presidenciales. Buscan votos para evitar que la nueva derecha se instale en la Casa Rosada.

Pareciera que en la rueda de la historia siempre estamos en el mismo lugar, observando los mismos ciclos, pero cada vez con más dolor. Cada paso que de ahora en más den los nuevos o viejos grupos revolucionarios cargaran en sus mochilas, aunque estén convencidos de que no había otro camino, con una conducta que deja nuevos desilusionados y políticamente desamparados.

No duden que en el país aún hay cientos de militantes que están dispuestos a pelear por una nueva alternativa, de izquierda, revolucionaria, que no estén obligados a optar sino a ser protagonista de la historia.

Quienes, una vez más, no quisieron, supieron o pudieron crear algo diferente, no olviden que tienen en el movimiento social esas herramientas imprescindible y recuerden que “lo único que se construye de arriba para abajo son los pozos”.

Ahora cada uno optará por lo que crea mejor (Scioli o blanco), pero que la realidad sea un mazazo sobre nuestras cabezas, y sepamos prepararnos para que en las luchas -que no duden se avecinan- sepamos construir esa nueva identidad, que vaya unificando el pensamiento revolucionario en nuestro país.


Ernesto Salgado

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