Cultivo una rosa blanca
en junio como en enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.
Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo;
cultivo la rosa blanca.
José Martí
José Martí falleció el 19 de mayo de 1895 habiendo sido
alcanzado por balas enemigas, cumpliendo como lo expresara en carta a un amigo,
con su deber: defender a su patria.
Durante el acto de homenaje
Martí en La
Habana. Valdés Mesa expreso el sentimiento del partido y el
pueblo al decir: “Murió un hombre y nació
un símbolo para los cubanos de todos los tiempos”. Miembro del Buró Político
del Comité Central del Partido Comunista cubano, Salvador Valdés Mesa,
exaltó, las cualidades del Martí como
intelectual excelso, humanista profundo y estratega visionario, “guía, aliento y referente de cuantos han
luchado por una Cuba mejor en diferentes momentos de nuestra historia”.
Luego de largas luchas que se frustraron, José Martí
organizó la guerra necesaria de 1895,
tres años antes creó el Partido Revolucionario Cubano para conducir y
fundar una República, con la que alcanzar ‘la dignidad plena del hombre’.”
En Santo Domingo firmó El Manifiesto de Montecristi,
documento oficial del Partido Revolucionario Cubano en el que se exponen las
ideas en las que se basó José Martí para organizar la guerra de independencia
cubana de 1895. El manifiesto fue firmado por José Martí y Máximo Gómez el 25
de marzo de 1895 en la localidad de Montecristi.
La decisión de entrar en combate no fue un acto suicida,
como algunos han especulado; por el contrario, fue la determinación de un
hombre cuya vida estuvo caracterizada por la coherencia entre el decir y el
hacer.
Fidel Castro, líder
de la Revolución
cubana, en ocasión del XX aniversario del 26 de julio dijo: “… Martí nos enseñó su ardiente patriotismo, su
amor apasionado a la libertad, la dignidad y el decoro del hombre, su repudio
al despotismo y su fe ilimitada en el pueblo. En su prédica revolucionaria
estaba el fundamento moral y la legitimidad de nuestra acción armada. Por eso
dijimos que él fue el autor intelectual del 26 de julio…”. Y en otra
oportunidad, afirmó: “…Lo que soy y lo
que siento, se lo debo más que a nadie a Martí. Por él me convertí en
revolucionario y su enorme influencia en mí durará hasta el último aliento de
mi vida…”.
Raúl Castro en la VII Cumbre Presidencial de Panamá, dijo durante
su intervención que: “Gracias a Fidel y
al heroico pueblo cubano, hemos venido a esta Cumbre, a cumplir el mandato de
Martí con la Libertad
conquistada con nuestras propias manos, ‘orgullosos de nuestra América, para
servirla y honrarla con la determinación y la capacidad de contribuir a que se
le respete por sus sacrificios’, como señaló Martí”.
Sin lugar a dudas Martí está en el corazón del pueblo
cubano, pero no pasa lo mismo entre los luchadores latinoamericanos. Aún queda
mucho por aprender de este internacionalista de la Patria Latinoamericana.
Aún está insuficientemente presente su experiencia entre los revolucionarios
del continente.
Colectivo de “Somos los
que estamos”
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