(Venezuela). El martes 17 de junio por la noche, Nicolás
Maduro hizo pública la renuncia del Ministro de Planificación y Vice-presidente
de Planificación Estratégica, Jorge Giordani, uno de los creadores del
Socialismo del Siglo XXI, que aplicó Chávez en la patria de Bolívar.
Giordani, uno de los hombres de mayor confianza de Hugo Chávez,
difundió en la madrugada del miércoles una carta explicando los motivos de su
alejamiento del Gobierno. Actitud que no significa, y lo deja bien explicitado,
que abandonaba su pelea por la revolución bolivariana y mucho menos los
compromisos adquiridos con su camarada de lucha, Hugo Chávez, y el pueblo de
Venezuela y el Continente.
La salida de Giordani, sin lugar a dudas, muestra un triunfo
de la contrarrevolución agazapada en el gobierno. No es de extrañar que en
pocas horas desde este mismo lugar salgan voces hablando de traición.
El propio presidente Nicolás Maduro, en una reunión del Consejo
de Ministros este 18 de junio, y en compañía de todo su gabinete ejecutivo, respondió
a varios de los argumentos dados por el ex ministro de Planificación, Jorge
Giordani con el lugar común de quien no
tiene argumentos: “La deslealtad es traición”. Vamos mal si no estamos
dispuestos a escuchar a quienes han demostrado a lo largo de 20 años una
lealtad absoluta y fundamenta con dolor sus visiones críticas del proceso.
Sin dudas Venezuela, desde la muerte de Chávez, atraviesa
momentos muy difíciles, que los puede llevar a perder el camino que trazó el
Comandante.
El portal Questión digital
publicó la carta de Jorge Giordani, la que transcribimos a continuación:
JORGE A.GIORDANI. Me veo obligado por razones de conciencia
a hacer público este documento, donde expongo una serie de consideraciones
respecto al cumplimiento de mi deber como militante de la causa del socialismo
y su relación con lo que han sido mis últimas actuaciones como servidor
público. Habiendo sido Ministro por tanto tiempo es mi deber rendir cuentas al
país.
Mi activa participación en la revolución bolivariana ha
venido acompañada de periódicas publicaciones de resúmenes de las actividades y
responsabilidades que asumí bajo el mandato del Presidente Chávez. Súmese a los
constantes ejercicios de propuestas y evaluaciones que signaban la labor de los
Ministros con nuestro Comandante. Al poner fin a mi participación Ministerial
sumaré a mis testimonios escritos mencionados una exposición de las
circunstancias en que se desempeñó mi trabajo desde la partida a la Habana del Comandante en su
última crisis de salud hasta el día de hoy, donde paulatinamente se perfilaron
los contornos de una nueva propuesta, en gestación, cuya matriz conceptual está
por aclararse.
Simbología de una relación
Como primera consideración debo dejar sentado el camino
recorrido de manera conjunta con el Comandante Chávez, desde el mismo momento
en el cual nos conocimos en la
Cárcel de Yare, el 26 de marzo de 1993. A tal efecto, narro
en anexo, nuestro encuentro inicial y los sentimientos y respeto que me ligaron
a esta persona que fue capaz de inmolarse por y para el pueblo venezolano. A lo
largo de esas casi dos décadas de permanente colaboración, como verdadero
compañero de viaje, nos tocó un intenso vínculo de carácter ideológico,
personal, y programático, reconociendo siempre en él las dotes de un conductor
de pueblos, con posiciones desde las cuales pudimos compartir un trato de
permanente respeto teniendo en cuenta las diferencias entre los dos modos de
percibir la existencia humana, y la forma como debía o podía construirse un
cambio social profundo y radical en Venezuela, orientado después que él lo
declaró como camino y diseño de una sociedad socialista. Las diferencias que
surgieron a lo largo del tiempo, primero con la despedida del gobierno por
parte de mi persona luego del Golpe de Estado de abril del 2002, o con la
renuncia que le presenté en diciembre de 2007 luego de una severa diferencia de
concepto y comprensión de un grave problema que se venía confrontando; sin
embargo, tales desencuentros no fueron nunca obstáculos para mantener vínculos
de afecto, respeto y plena colaboración, reconociendo los roles que a cada
quién le ha tocado en este proceso de los últimos veinte años, antes de su
fallecimiento, el 5 de marzo de 2013.
Como líder de este proceso bolivariano, como compañero de
viaje, como amigo, siempre primó entre nosotros la búsqueda de un mundo mejor,
más justo para la mayoría del pueblo venezolano, y más allá de nuestras
fronteras, el encontrarse con la utopía del sueño bolivariano, de la Patria Grande por la
que dieron su esfuerzo y hasta la propia vida, como terminó inclusive con la
del propio Comandante Chávez. Un estilo de colaboración que resultó prolijo en
resultados, en el marco de nuestra permanente colaboración para la construcción
del Proyecto Nacional ¨Simón Bolívar¨, fue la elaboración de propuestas tanto
teóricas como prácticas, en el diseño de modelos y mapas, tácticos y
estratégicos, que orientaran al pueblo venezolano en términos de programas y
planes para concretar sus justos anhelos para su desarrollo. Allí están las
muestras en cantidad de documentos públicos y otros que la historia se
encargará de hacerlos conocer, que resultaron de la acción generosa de tantas
personas, bajo la guía del Comandante Chávez y los aportes que se pudieron
hacer en esa dirección programática. Documentos que tuvieron un primer
importante encuentro en la llamada ¨Agenda Alternativa Bolivariana¨ presentada
en julio de 1996, como un documento que permitió seguir elaborando
posteriormente los programas de gobierno y los planes de la Nación , en un camino que
concluyó en la elaboración última del Programa de la Patria , presentado al
electorado con motivo de la candidatura para su reelección como Presidente de la República el 11 de junio
del 2012.
A comienzo del año 2013 entregué al entonces Vicepresidente
Maduro un documento preparado a pedido del Presidente Chávez, que planteaba lo
acordado con él como programa de acción para el nuevo período presidencial. Se
iniciaba con una síntesis de lo logrado y una estrategia de acción, la que
copio:
¨Orientación de la política económica pública en el inicio
de un nuevo período presidencial¨.
Una mirada hacia atrás nos permite identificar tres grandes
objetivos que se propuso y logró nuestro proceso revolucionario.
1. Sacar del estado de abandono a importantes grupos
desprovistos de las herramientas para superar graves privaciones materiales, culturales,
de participación que les aquejaban. No le pareció al Gobierno ético no
movilizar y transferir recursos a esos grupos tantas veces postergados y tratar
de satisfacerlos con promesas para el futuro.
2. Desmontar la máquina de poder que tenían instalados los
grupos externos e internos y que les habían permitido manejar a su favor el
Estado y entre otros logros usufructuar en alta medida del excedente petrolero.
Es posible ilustrarlo con la recuperación de PDVSA, de las concesiones
petroleras, del Banco Central, del control del Comercio Exterior, de la tierra
en poder del latifundio y de las comunicaciones públicas. Alinear a las FANB
con los intereses populares y dotarlas de capacidad efectiva para defender los
intereses del país frente a los intereses externos.
3. Crear un aparato público que en lo productivo dominara
sectores claves de la estructura productiva, tales como insumos básicos,
exportaciones de minerales, puntos clave del abastecimiento popular. Fortalecer
paulatinamente las capacidades del sector público en su función de
planificación y ejecución de la inversión productiva, en el manejo de empresas
públicas y la formulación y puesta en ejecución de programas y políticas
públicas diseñadas para construir una nueva organización social.
El camino de desarmar y construir es arduo. La construcción
del socialismo históricamente siempre ha constituido un desafío notable. En
nuestro camino debimos enfrentar un Golpe de Estado, un sabotaje petrolero, y
un ambiente externo hostil.
En este camino del proceso bolivariano era crucial superar
el desafío del 7 de octubre de 2012, así como las elecciones del 16 de
diciembre de ese mismo año. Se trataba de la consolidación del poder político
como un objetivo esencial para la fortaleza de la revolución y para la apertura
de una nueva etapa del proceso. La superación se consiguió con un gran
sacrificio y con un esfuerzo económico y financiero que llevó el acceso y uso
de los recursos a niveles extremos que requerirán de una revisión para
garantizar la sostenibilidad de la trasformación económica y social.
Cabe citar:
1. Ingentes recursos dedicados a la Seguridad Social.
2. Mejorar la calidad de vida de la mayoría de los
venezolanos vía gastos del sector público.
3. Importantes subvenciones a servicios públicos de primera
necesidad (alimentación, electricidad, combustibles, agua, trasporte, bienes de
consumo masivo, servicios de vivienda)
4. Lograr el acceso a los recursos necesarios con un aumento
sustancial del endeudamiento de PDVSA y endeudamiento interno del Gobierno
Central, y con endeudamiento externo moderado.
5. Mantener la tasa de cambio que favoreció las
importaciones y redujo las exportaciones, ya limitadas de la economía privada.
6. Subvención a empresas públicas con grandes déficits
operacionales para velar en el corto plazo por el empleo y los salarios de
quienes allí trabajan.
El Presidente nos ha llamado a revisar nuestra acción,
superando ineficiencias, y haciendo los sacrificios que fueren necesarios para
sentar el funcionamiento de la sociedad sobre bases sólidas. (Fin de la cita).
Pilares de la construcción del gobierno bolivariano durante
el gobierno del Presidente Chávez.
Como uno de los pilares en la construcción del gobierno
bolivariano, se encuentra la unión cívico militar, la cual se desarrolla de
manera clara a partir de la explosión popular de febrero de 1989, donde el
pueblo salió a la calle indefenso y fue masacrado, y las rebeliones militares
de febrero y noviembre de 1992, donde jóvenes militares empuñaron las armas sin
un apoyo popular. Fórmula esta que debe prevalecer en el tiempo, la unión del
pueblo y de su Fuerza Armada, si no se quiere volver atrás en los tiempos de la Cuarta República.
La confluencia entre un pueblo desarmado intentando hacer valer sus derechos y
la organización armada del pueblo encapsulada durante tanto tiempo, el de la Cuarta República
en los cuarteles, se ha venido modificando a lo largo de estas últimas décadas,
posteriores al grito popular de febrero de 1989, y a las rebeliones militares
de febrero y noviembre de 1992. Con esa unión que debe ser perdurable en el
tiempo como condición necesaria, que junto al legado del Comandante Chávez, la
generación de un liderazgo político colectivo que una a las bases del pueblo y la Fuerza Armada
Nacional Bolivariana.
Esa unión profesada, practicada y cultivada hasta la
saciedad por el Comandante Chávez, debe mantenerse si se quiere preservar la
independencia nacional, la lucha contra el imperialismo norteamericano y la
conspiración de aquellos sectores súbditos de dicho imperio, y definitivamente
por los sueños de conquistar la Patria Grande por los cuales lucharon y murieron
nuestros Libertadores. El delicado equilibrio en la relación logrado por el
Comandante Chávez y su talento de conductor le permitía hacer primar la
convicción por pedagogía popular antes que la decisión autoritaria.
Otro elemento que ha funcionado como pilar soporte del
gobierno bolivariano, ha sido la relación entre el Jefe de Gobierno y sus
Ministros, imbuidos en una dinámica que ha tenido que pasar primero por un
Golpe de Estado en abril del 2002, y un sabotaje petrolero posterior con
ingentes pérdidas humanas y materiales, al tener que confrontar a una
tecnocracia que manejaba el campo de los hidrocarburos como un Estado dentro
del propio Estado, siendo ella la que ha acaparado una cuantía de recursos
provenientes de la renta petrolera, calculada entre un 15 y un 17%, que en
buena parte nadie produce y todos la quieren captar. Este pilar de la
estructura económica nacional sigue siendo y lo será por un tiempo el factor
que dirime el uso de la renta y su distribución que ha alcanzado un monto
dedicado a la inversión social, calculado en unos 650 mil millones de dólares,
para el período 1999-2013.
Un tercer elemento de esos pilares, lo constituye la
permanente evaluación estratégica que se mantuvo con el Comandante Chávez, a lo
largo de todo su gobierno en sus diferentes etapas y a distintos plazos.
Combinar lo táctico y específico de las situaciones de gobierno, con la visión
de mayor horizonte temporal fue una constante en las relaciones y análisis del
gobierno bolivariano de quienes hemos trabajado al lado del Presidente Chávez,
su involucramiento en la elaboración siempre fue estímulo para quienes debíamos
satisfacer sus continuas exigencias y alcances.
Bastaba observar su dedicación más que integral al trabajo,
a la lectura, a la crítica, al proceso de innovación y creación, tanto que
descuidó su salud para llegar a una entrega total y absoluta con el compromiso
que había adquirido desde muy joven en sus tiempos de cadete o deportista a
todo empeño. Nada importante escapaba a su interés y al intercambio de
opiniones con sus Ministros y principales colaboradores. No pedía, exigía
opiniones y propuestas, y como las comentaba.
Un cuarto elemento, se refiere a la corrección de los
desajustes y lecciones de la experiencia que se consideraban a lo largo de
estos 15 años de gobierno, con un lenguaje claro y sincero, ante el pueblo
venezolano, el Comandante Chávez fue capaz de plantear de manera directa y
descarnada los problemas y dificultades que se presentaban ante el país, la
veracidad de sus posiciones, la crudeza de observar los momentos más difíciles,
junto a la verificación del uso limitado de recursos ha permitido avanzar y
consolidar el pago de la deuda social y la defensa de los derechos de los más
necesitados de la población venezolana. Le acompañé en políticas difíciles y
pude palpar su valentía para afrontar los desafíos, como fue por ejemplo la
política del 2009-2012, que acomodó el gasto a los recursos petroleros. El
Comandante Chávez no evadía, resolvía.
Como quinto pilar es necesario mencionar la preparación de
la última campaña electoral del 7 de octubre, antes y después de la misma y lo
que se estaba jugando con ella ante la arremetida de los grupos fascistas del
país y sus aliados en el campo del gobierno norteamericano, quienes en el fondo
no pueden permitir que este proceso político social tenga éxito y por tanto
tratan de desestabilizarlo internamente, al unísono que buscan aislar al
gobierno bolivariano a nivel mundial.
Finalmente, como último, pero no menos importante se
encuentra el protagonismo profundo y verdadero del pueblo venezolano en las
decisiones del gobierno, tal de confirmar la necesidad de alcanzar un radical
proceso de transformación político, social, económico y cultural. Ante la
crisis del capitalismo actual, debe adoptarse una estrategia todo menos que
defensiva, lo cual terminaría por poner en riesgo el futuro de nuestro país.
La crisis de salud del Presidente Chávez
Los primeros síntomas de ruptura que han conducido a la
situación actual, con la naturaleza y el estilo de la toma de decisiones se
comenzaron a manifestar en la medida en que la salud del Presidente se vino
haciendo cada vez más complicada, la ausencia de un contacto directo con su
persona, y las permanentes mediaciones a través de algunos en particular
hicieron cada vez más distante, la toma de decisiones, su contenido y el tiempo
para ser llevadas a la práctica. Con la ausencia del Presidente Chávez y las
escasas reuniones sustantivas del Consejo de Ministros me llevaron a la
elaboración de una serie de documentos para alertar acerca del estado de las
situaciones, el alcance de los problemas que se enfrentaban y las soluciones a
tomar.
Me tocó, durante su estadía en La Habana , elaborar y hacer
llegar un documento al Presidente Chávez a raíz del aumento del endeudamiento
del país en moneda extranjera, cuestión que positivamente fue tomado en
consideración, paralizando un mecanismo perverso de obtención de recursos que
venían dilapidados a través de un mecanismo para la obtención de divisas
denominado como SITME.
Un segundo documento se preparó como resultado de la única
reunión que se pudo realizar con el Presidente Chávez como Consejo de Ministros
el 20 de octubre de 2012. Como reflejo de los planteamientos del Presidente
Chávez y como un cierre del ciclo anterior, presenté un documento que no fue
posible entregárselo directamente a él luego del dramático anuncio del
recrudecimiento de su enfermedad y la necesidad de someterse a una nueva
operación en La Habana ,
dicho documento se lo entregue a Nicolás Maduro, el 9 de enero de 2013,
haciéndole ver la necesidad de asumir la gravedad de la situación planteada y
las medidas que se estaban considerando luego del triunfo electoral del 7 de
octubre del 2012. Los párrafos citados anteriormente corresponden a las dos
primeras páginas de ese documento.
Con la entrega del anterior documento a Nicolás Maduro, para
la fecha en sus funciones de VicePresidente Ejecutivo y nominado por el
Comandante Chávez en las circunstancias que pudieran ocurrir como candidato a
sustituirlo, comenzaron a observarse modificaciones en cuanto a la
direccionalidad del proceso bolivariano, a la viabilidad económica financiera
inmediata por efecto de la creciente dependencia de los ingresos petroleros, el
crecimiento de las obligaciones del gobierno en términos del aumento de la
burocracia y los justos compromisos para atender a los pensionados y jubilados,
la imposibilidad de seguir manteniendo niveles de inflación que para la fecha
aún se mantenía por debajo del 20%, tendencia sobre la cual debían tomarse
medidas, el problema estructural de la agricultura y la electricidad, de los
precios relativos y las relaciones entre crecimiento e inflación.
Se planteó a su vez la necesidad de construir un liderazgo
político colectivo para hacerle frente a la relativa ausencia del Presidente
Chávez y sus preocupantes condiciones de salud, ya anunciadas por él mismo en
su alocución del 8 de diciembre. La urgencia de una mayor y más profunda
articulación del sector militar con el pueblo venezolano, el peligro de tratar
de imitar el comportamiento del Comandante Chávez en cuanto a la política
comunicacional, el desconocimiento del hecho económico sobrepuesto a la
voluntad política, las decisiones inconsultas con el equipo económico
financiero que tendían a crear un nuevo estilo de gobierno, la injerencia de
una asesoría francesa que nada tenía que ver con la situación que vivía el
país, las nominaciones realizadas en CADIVI cambiando las medidas anteriormente
sugeridas en reuniones a tal efecto, el tratar de modificar el proceso de
subasta que estaba en curso sin un fundamento racional, la delegación de la
responsabilidad de lo económico antes de la fecha de las elecciones del 14 de
abril luego del lamentable fallecimiento del Presidente Chávez el 5 de marzo de
2013.
Todo ello vino precedido por la solicitud de un documento
pedido por el Comandante Chávez en su lecho de enfermo que se pudo terminar en
un borrador el día 2 de marzo de 2013, documento que fue discutido con Nicolás
Maduro y un equipo de Ministros y que le fuera entregado en fecha del 2 de
marzo de 2013. Este documento por supuesto, no pudo conocerlo el Comandante
Chávez, tanto por el progresivo empeoramiento de sus condiciones de salud, como
por el tiempo que tuvo su elaboración, quedando el documento en cuestión, como
un referente para la acción de gobierno una vez que se procediese a las nuevas
elecciones presidenciales que se dieron el 14 de abril de 2013. Lamentablemente
las cosas fueron tomando un nuevo rumbo con la desaparición física del
Comandante Chávez y el comportamiento de las instituciones que se encontraban
bajo su control como PDVSA y el BCV, comenzaron a aparecer signos de
independencia que se agravaban con la caída de los aportes al fisco fruto del
actuar independiente del gobierno central de PDVSA guiada por sus intereses y
problemas particulares, al unísono que se tomaban decisiones de gasto público
ajenas a un control presupuestario. Cuestiones estas que fueron agravando la
situación financiera del país sometido a una campaña desestabilizadora en lo
interno y de aislamiento en lo externo.
Con la campaña electoral en plena ejecución desarrollada se
empezaron a notar elementos muy diferentes a la solidez del liderazgo del
Presidente Chávez, mostrando debilidades y diferencias notables en cuanto a su
ejecución, los resultados obtenidos favorables al proceso bolivariano, sin embargo
no fueron sometidos a un severo y crítico análisis ni por parte del gobierno,
ni tampoco por las organizaciones políticas y sociales que acompañaron la
solicitud de apoyo a Nicolás Maduro. Esta actitud acrítica en una situación
política cada vez más complicada, enfrentando a una oposición política de neto
carácter fascistoide, con notable injerencia de factores ajenos al proceso
bolivariano que se venía construyendo, no han hecho más que profundizar los
ataques a dirigentes revolucionarios, incluyendo la misma figura del Presidente
electo quién ha sido sometido a una campaña de descrédito personal y político.
Todo ello como parte de la grave coyuntura que vive Venezuela después de la
desaparición física del Comandante Chávez, sin duda difícilmente reemplazable y
menos aún de ser copiada en su estilo por la originalidad y entrega al pueblo
venezolano. La preservación y desarrollo del ¨legado de Chávez¨ se presenta
como un patrimonio del proceso de cambio y construcción de una sociedad
socialista para Venezuela, dicho legado no puede ser confiscado a nombre del
propio Chávez ni pretender ser el actual Presidente su único destinatario y
delegado.
Distanciamiento en las relaciones con el nuevo Presidente
El distanciamiento de las relaciones con el Presidente
electo Nicolás Maduro, comenzó en primer lugar con mi reclamo por la
interferencia de unos asesores franceses en la operación del Ministerio de
Planificación y Finanzas. En el documento denominado ¨Contraofensiva económica¨
y en otros se documenta de manera detallada la crisis que produjo la subasta de
divisas dentro del proceso de la creación del Organo Superior de Administración
de Divisas. La actitud por demás absurda por el candidato en ese momento a la Presidencia de la República marcó el
sentido de una incomprensión del hecho económico, agobiado tal vez por el
avance de la campaña electoral previa al 14 de abril y la grave decisión de
desvincularse de la dirección de la economía nacional, la cual estaba
atravesando momentos difíciles y de alta complejidad.
Todo ello me llevó a escribir una ¨Carta abierta¨ redactada
pocos días antes de las elecciones del 14 de abril, cuyo texto fue conocido por
algunas pocas personas a quienes alertaba sobre la gravedad de la situación
económica y política del país y sus consecuencias en plazos breves, tales como
el desabastecimiento. Luego en las elecciones el pueblo venezolano honró el
pedido del Presidente al nominarlo como posible candidato si alguna causa desavenida
pudiese ocurrir. El pueblo venezolano igualmente acudió a cumplir de manera
disciplinada la petición formulada por su líder indiscutible.
Nuevas responsabilidades
El Presidente Nicolás Maduro en acto celebrado en el Teatro
¨Teresa Carreño¨ anunció su nuevo equipo de gobierno el día 22 de abril del
2013, en dicho grupo definió mi participación como Ministro de Planificación y
VicePresidente de Planificación Estratégica. Nuevas responsabilidades con
viejos temas, ahora en una coyuntura cuanto más compleja y complicada. El
nombramiento recibido significa una gran responsabilidad a través de la cual se
podría poner al día el fruto y las lecciones de la experiencia que se ha tenido
desde el 2 de febrero de 1999, cuando se inició el gobierno bolivariano con el
Comandante Chávez, a tal efecto se preparó un documento que contiene una
conceptualización de la actividad de planificación, en el contexto del Estado
venezolano en su fase actual de desarrollo, bajo la perspectiva de una sociedad
que tiene como norte el socialismo.
Se considera a la planificación como una actividad
transustanciadora, que debe contribuir como mecanismo ex ante a la ordenación y
racionalización de la sociedad venezolana. Modelo de acumulación, definido en
cinco aspectos: el primero la modificación de la base productiva del país
buscando una mayor democratización del poder económico. Segundo, El cambio en
el rol del Estado, para lograr que el proceso acumulativo se oriente a la
satisfacción de las necesidades básicas de la población y a la defensa de la
soberanía. Tercero, la incorporación de mecanismos de autogestión productiva a
nivel colectivo. Cuarto, La utilización de una planificación democrática como
mecanismo regulador de las relaciones productivas, y Quinto, La ubicación
autónoma del país frente a la internacionalización del sistema capitalista. Y
cuanto al modelo de desarrollo, alcanzar una revolución política ligada al
establecimiento de nuevas relaciones de poder que defienda los intereses de los
sectores populares y los pequeños y medianos productores del campo y la ciudad,
tal de establecer un nuevo bloque hegemónico.
Con el inicio de la nueva responsabilidad se comenzaron a
elaborar una serie de tesis en diferentes aspectos importantes de la realidad
actual y futura del país, tales como: las exportaciones, el sector eléctrico,
el sector manufactura, la creación del Banco del Sur, los resultados de la
primera subasta del SICAD, el balance energético, la política de endeudamiento,
la cooperación internacional, los servicios públicos, la producción
agroalimentaria, las reservas internacionales, una propuesta estratégica para
MERCOSUR, las metas y proyectos del II Plan de Desarrollo Económico y Social de
la Nación ,
propuestas todas estas y recomendaciones que simplemente fueron diferidas en
respuesta escrita del Presidente a pesar de la urgencia e importancia de muchas
de ellas.
Adicionalmente, se incorporaron las actividades de muchos
Ministerios como forma de materializar la actividad transustanciadora de la
planificación como demostración palpable del contenido que se le quiere dar a
la actividad, lo cual fue siempre una actividad realizada con la participación
del propio Presidente Chávez, quién las estudiaba, las analizaba y al final
tomaba las decisiones que eran pertinentes.
Manejo de la gestión de gobierno
Desde que el Presidente Maduro asumió el cargo pronto
anunció el nuevo conjunto de medidas en el área económica. Si bien el acto con
mayor impacto político mediático pareció ser la devaluación, el resto de los
anuncios, un aluvión de gastos, me hizo dudar acerca de la medida en que se
había aceptado el estructurado conjunto que yo le había presentado. En este
ambiente confuso, una de mis preocupaciones centrales fue el avanzar en la
dirección de ajuste a un nuevo escenario marcado por el incremento nuclear de
la eficiencia y lucha a la corrupción tan claramente anunciado por el
presidente Chávez antes y después de su elección.
Dos frentes ocuparon mi preocupación. El primero atacar la
corrupción frenándola por un nuevo control de los grandes fondos del Estado. El
segundo introduciendo nuevos mecanismos de manejo en el gasto público que le
permitieran retornar a causes sostenibles en el tiempo.
Para el primer frente me fue posible avanzar en la propuesta
de dos medidas asociadas a un gran fondo del país, marcado por la opinión de
los agentes del Comercio exterior como un foco de corrupción: el CADIVI y su
mecanismo asociado el SITME. Nicolás Maduro acogió en ese ámbito una de las 2
medidas que le propuse. La creación de un Comité que aprobaría los permisos de
uso de divisas a los precios privilegiados que el Estado otorgaba para las
importaciones básicas para la economía y el reemplazo del SITME por el SICAD.
La segunda consistente en mi nombramiento como la autoridad del CADIVI, para
aprovechar el peso del Ministro de Planificación y Finanzas, en la instauración
de un funcionamiento transparente. Medida esta que él no aceptó. Prefirió una
dispersión del mando.
Una potencial nueva actitud en los nombramientos ni siquiera
tuve oportunidad de planteársela al Presidente. Se trataba de efectuar los
nombramientos de dirección en los grandes fondos financieros del Gobierno,
(FONDEN, Fondo Chino, Tesorería, Bco. Exterior, BIV), teniendo presente la
necesidad de romper con la percepción de corrupción en el manejo de esos
fondos. Me parecía necesario hacer un recuento de figuras de la revolución que
el país considerara símbolos de lo impecable en el manejo de fondos públicos.
No era necesario ni juzgar ni vetar a otros candidatos. Era partir por lo
positivo y sano.
En el segundo frente la propuesta de una reducción del gasto
público real que acogiera las prioridades de defensa del poder de compra de los
grupos más vulnerables y la corrección de derroches y corrupciones, por la vía
de una medida de asignación del gasto público que se otorgaría crecientemente
contra un calendario de gastos acompañado de indicadores de éxito que
facilitarían una expansión gradual y un freno a los gastos que no cumplieran
con sus compromisos de logros. En esta área no solo no se aprobó lo propuesto,
sino que se inició una nueva oleada de grandes gastos sin los requisitos
diseñados, y con el agravante de los gastos aprobados por el ¨Gobierno de
calle¨, decididos sin estudio previo, improvisados de hecho. La suma de estos
gastos no se ha presentado como un todo, salvo la necesidad de que la Asamblea Nacional
aprobara una maciza ampliación del presupuesto público.
El recuento presentado debe interpretarse como un intento de
revivir en el ámbito de los que hemos participado en el proceso de la
revolución bolivariana los mecanismos de confrontación de ideas y trabajo
conjunto bajo una dirección respetada por todos. Es también una forma de
crítica a la situación actual, identificando la medida en que se aparta de lo construido
en los 20 años previos.
Resulta doloroso y alarmante ver una Presidencia que no
transmite liderazgo, y que parece querer afirmarlo en la repetición, sin la
debida coherencia, de los planteamientos como los formulaba el Comandante
Chávez, y en el otorgamiento de recursos masivos a todos quienes lo solicitan
sin un programa fiscal encuadrado en una planificación socialista que le de
consistencia a las actividades solicitantes. A la vez la política frente a los
agentes privados es al menos confusa y las presiones de esos agentes parecen
abrir camino a la reinstalación de mecanismos financieros capitalistas que
satisfagan los intentos de recapturar excedente petrolero por la vía
financiera. A la luz de estos hechos surge una clara sensación de vacío de
poder en la Presidencia
de la República ,
y concentración en otros centros de poder, destruyendo la tarea de
instituciones como el Ministerio de Finanzas y el Banco Central, y dando por
hecho consumado la independencia de PDVSA del poder central.
En particular, los desafíos que genera el apetito externo, y
en particular de quienes pugnan por ganar terreno en la explotación del
petróleo y en la expansión de la capacidad productiva del sector, esta última
el negocio de mayor magnitud en la historia del país, y en los empréstitos en
que se embarcara PDVSA, no se pueden enfrentar con una empresa pública
autónoma, ni con una política externa no meditada y consensuada en el seno de
las instituciones políticas bolivarianas.
Otro tanto sucede con los desafíos políticos internos, donde
un esfuerzo disperso y dispendioso en recursos no parece ser la mejor forma de
enfrentar a una oposición crecientemente articulada con los enemigos externos.
La improvisación de cuadros sin experiencia y designaciones poco adecuadas para
el manejo de los grandes fondos del Estado pone en jaque la unidad de los
cuadros bolivarianos.
Finalmente, en términos de la elaboración de algunos
documentos debemos mencionar entre ellos, algunos solicitados por el propio
Presidente Nicolás Maduro, el primero relativo al Mapa Estratégico
Internacional el cual fue entregado en su oportunidad al Canciller de la República , Elías Jaua
Milano para su consideración y análisis. El segundo documento se refiere al
análisis estructural de la economía nacional, con el nombre de ¨Elementos para
la construcción de una Agenda Productiva Socialista Bolivariana¨.
Adicionalmente, se elaboró un documento sobre la coyuntura económica actual
denominado ¨Propuestas para la coyuntura económica 2014¨, material que fue
entregado al Presidente de la
República y algunos Ministros, y luego consignado ante la Comisión Central
de Planificación. Estos últimos documentos son propuestas acerca de la política
económica de corto plazo, como la de mediano plazo relacionadas con la
ejecución del Plan de la Patria
2013-2019. En el caso del Mapa Internacional, se sigue aplicando aquellos
trabajos que se iniciaron en Yare y que continuaron en conjunto con el
Comandante Chávez, luego de la salida de ese recinto el 26 de marzo de 1994.
Antes de concluir con este testimonio y al asumir las
responsabilidades ante la historia de este país, las cuales nunca he evadido,
ni evadiré jamás, quiero reafirmar que continuaré luchando por la independencia
de Venezuela y la del continente latinoamericano y caribeño, con la misma
constancia que lo he hecho desde que decidí empuñar las armas contra la
dictadura oprobiosa de Trujillo, siendo aún estudiante de ingeniería en la Universidad Central
de Venezuela, en 1959, y en ese territorio donde nací, San Francisco de
Macorís, lugar donde llegaron mis padres y mi hermano al salir de un campo de
concentración en Francia, como exilados, luego de haber participado mi padre
como digno miembro de la Brigada Internacional ¨Garibaldi¨, allá en
territorio ibérico defendiendo los ideales de la República Española.
Opto de esta manera, por seguir asumiendo responsabilidades
en mi existencia, como lo he hecho siempre, dejando este testimonio personal,
pero lo que no puedo hacer es ser partícipe de otras circunstancias y
decisiones en las cuales no se actuó de acuerdo a mi conciencia y a la de mis
más profundas convicciones. Luego de la muerte del Comandante Chávez, como se
expresa en esta nota, decidí seguir colaborando en el gobierno, en el lugar que
se me asignó, poniendo siempre por escrito a la dirección política del proceso,
no solo mis discrepancias, sino también propuestas concretas, que ni siquiera
fueron comentadas, pero que son hoy aval de mi comportamiento y mi lealtad a la
revolución. En estas circunstancias prefiero apegarme a la frase atribuida al
gran escritor universal José Saramago, “mientras más viejo más libre, y
mientras más libre más radical”.
Notas
1 Ver “Chávez, figura controversial y polémica”. Publicado
en Trilogía de lo Cotidiano. (Caracas. Editorial Vadell Hermanos. 2007). Tomo
III. pp. 217-225. Adicionalmente ver Impresiones de lo Cotidiano 2013.
2 Mecanismo creado una de cuyas bases consistió en el
endeudamiento del Estado venezolano.
3 Hugo Chávez Frías. Golpe de Timón. Primer Consejo de Ministros
del nuevo ciclo de la Revolución Bolivariana. (Caracas. Ministerio del
Poder Popular para la
Comunicación y la Información. Abril
2013). pp. 9-13.
4 Orientación de la política económica pública en el inicio
de un nuevo período presidencial. Mimeo. Diciembre 2012.
5 Contraofensiva Económica. Mimeo. 02.03.2013.
6 Creación del Ministerio de Planificación y Finanzas.
Razones y desarrollo. Folleto relativo a documentos de la actuación realizada.
Véase en particular, la publicación “Presupuestos y Memorias”. 2010-2013.
7 Carta abierta. 14 de abril 2013.
8 De la
Planificación imposible a la Improvisación
permanente. Retos y desafíos del proceso bolivariano. Mimeo. Agosto 2013.
9 Ver Jorge A. Giordani C. La transición venezolana al
socialismo. (Caracas. Vadell Hermanos Editores. 2009). p. 22.
10 Mapa Estratégico Internacional. Balance de Poder Mundial.
V2. Abril 2014.
11 Agenda Socialista Productiva Bolivariana. Agosto 2013.
12 Propuestas para la coyuntura económica 2014. Marzo 2014.
Publicado por Cuestión Digital
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