Sin lugar a dudas la Venezuela de Hugo Chávez
fue la avanzada del intento liberador que tomaron la mayoría de los pueblos
latinoamericanos, en este siglo particularmente.
Con la mirada atenta de la Cuba de Fidel, Venezuela fue abriendo un camino
en el necesario, y no concluido, debate de cual es el camino del continente en
su lucha emancipadora. El imperio lejos de centrar su exclusiva atención en el
Medio Oriente, como muchos pretendían, nunca dejó de trabajar en la búsqueda de
los caminos que le permitiera recuperar espacios perdidos en América Latina y
el Caribe.
En esta oportunidad no concentró en el punto más débil, sino
donde estaba el centro operacional. Rápido vio el significado del nacimiento
del ALBA y la UNASUR
y la impronta chavista. Entendió el contundente mensaje de Mar del Plata contra
el ALCA.
Intento desalentar el ingreso de Venezuela al Mercosur, porque
el mismo le cambiaba la matriz política de su existencia. No lo logró de
inmediato y espero la oportunidad.
Mientras tanto los gobiernos latinoamericanos, no marchan realmente
al ritmo de Chávez, al que el imperio logró eliminar físicamente. Brasil y
Argentina, no fueron más allá que algunos intentos. No avanzaron con la Reforma Constitucional
para darle más espacios de poder a los pueblos, el resultado está a la vista
Temer y Macri. Chile y Uruguay nunca pasaron de ser gobiernos tibios. Paraguay
sucumbió rápidamente. Ecuador no termina de resolver sus contradicciones
centrales. Solo Evo Morales, en la Bolivia Plurinacional ,
acompaña el proceso sin ceder a sus objetivos.
Ahora los yanquis vuelven a golpear. Someten a Venezuela a
un acoso feroz en lo político y en lo económico, buscando aislarlo. El último
golpe es apartarlo del Mercosur, y esto contaron con el gobierno de Mauricio
Macri, que en pocos meses definió su alineación con Norteamérica (no había que
esperar otra cosa), Macri no solo pilotea la expulsión de Venezuela sino que el
14 de diciembre intentó impedir el ingreso al Palacio San Martín de la Canciller de la República Bolivariana
de Venezuela, Delcy Rodríguez quien debía participar de la XI Reunión
Extraordinaria del Consejo del Mercado Común del Mercosur que había sido
convocada a los efectos de dar cuenta de la creciente conflictividad a partir
de la suspensión temporal de Venezuela como miembro de pleno derecho del bloque
regional, medida que fue adoptada el pasado 2 de diciembre de 2016. Un derecho
que las dictaduras de Argentina y Brasil y los taratibios de Uruguay y Paraguay
les negaron.
No importa como, la cuestión es aislar a Venezuela no solo
del moribundo Mercosur, sino del continente.
Los yanquis desarrollan sin prisa pero sin pausa su plan de
recuperación de Latinoamérica para sus planes.
El repudio a la agresión sufrida por Delcy Rodríguez no
alcanza por si solo y mucho menos cuando en nuestros país lo terminan usando
partidariamente. Se trata de entender que los yanquis van por todo y que en
Venezuela tienen la presa más preciada a la que hay que defender entre todos.
La experiencia reclama la búsqueda de nuevos caminos para
avanzar con la unidad de los pueblos latinoamericanos.
Ernesto Salgado
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