Imagen del terror en la Franja de Gaza
Más allá de los intentos
mediáticos de los poderosos por ponerse a la cabeza de los reclamos, el domingo
en París millones de personas salieron a expresarse por la libertad. Por la
libertad, contra el terrorismo de cualquier signo que es un elemento principal
de opresión capitalista.
En el centro de la protesta en
París, estuvo el repudio al atentado contra Charlie Hebdo, realizado por un
grupo que se alista en ese ejercito fundamentalista y desesperado de quienes
creen haber encontrado en acciones de este tipo la “defensa”, de sus creencias,
de su religión y por sobre todo las cosas de los años de agresiones sufridas en
manos del capitalismo mundial.
Pero en Francia no solo se
repudio eso. Pues también hubo quienes salieron a repudiar al terrorismo generado
por los grandes centros de poder.
Fue tan grande, pero entendible,
el dolor por el ataque a la revista Charlie Hebdo que los franceses dejaron de
lado tener que marchar junto al presidente español Mariano Rajoy; el primer
ministro Turco, Ahmet Davutoglu; Ali Bongo, el presidente de Gabón, gran
perseguidor de las libertades públicas; Viktor Orban, el jefe del gobierno
húngaro conocido por sus leyes contra la libertad de prensa; el rey Abdallah II
de Jordania –otro estrangulador de la libertad de expresión- o Sameh Choukryou,
el canciller de Egipto, representante de un Estado que es la perla negra de la
represión política.
No es fácil compartir la calle
con la canciller alemana, Angela Merkel; el primer ministro británico, David
Cameron; los primeros ministros de Portugal, Bélgica, Grecia; el presidente de
Mali, Ibrahim Bubacar Keita, y el secretario de Justicia de EE.UU., Eric
Holder, Como también les debe haber costado marchar cerca (o lejos, lo mismo
da) de Nicolás Sarkozy, François Hollande o Benjamin Netanyahu.
Sin dudas fue de un gran valor la
respuesta de este domingo en París y otras ciudades de Francia, pero como nos
hubiera gustado una respuesta similar por el accionar terrorista de los EEUU en
Irak, en Irán, en Siria, en Egipto, en Libia, en Venezuela o contra el accionar
imperial de Israel en la Franja
de Gaza, ¡¡Porque eso también es terrorismo!! Terror ejercido por el estado
Israelí, en este último caso, que matan a miles de niños, mujeres y ancianos.
Quizás ahora, los que salieron
por la verdadera libertad, vuelvan a salir a las calles para repudiar el ataque
terrorista de las fuerzas estatales mexicanas que el 26 de septiembre en
Ayotzinapa asesinaron a 6 personas y secuestraron (y aun siguen desaparecidos)
43 estudiantes. ¿Qué espera el mundo para pronunciarse por el esclarecimiento
de esta situación? ¿O será que la muerte de los pobres no entra dentro del
concepto de víctimas del terrorismo?
Lamentablemente pocas voces se
levantaron en nuestro país y no me equivoco si digo ninguna en Europa cuando
hace unos días murió de hambre Néstor un chiquito perteneciente a la comunidad
Qom. Esto también es terrorismo, es violencia del Estado en el abandono de sus
niños pobres.
Es bueno salir a la calle,
juntarse, ser millones en un reclamo, pero cuidémonos de la hipocresía, si en
la cabeza del reclamo están los principales terroristas del mundo, entonces no
queremos estar en sus filas. Repudiamos el ataque a Charlie Hebdo. Repudiamos
el accionar de grupos individuales que se en su guerra no distinguen a sus
víctimas, pero de la misma manera repudiamos el accionar imperial de EE.UU.,
Francia, Alemania, España, Israel, entre tanto otros.
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